Entre los años ochenta y noventa, en los países desarrollados principalmente en Estados Unidos, se comenzó a observar una alta proporción de niños en las escuelas de educación primaria que presentaban problemas de conducta que afectaban su rendimiento escolar y sociabilidad. Las relaciones de estos niños con sus compañeros también resultaban desastrosas, pues no tomaban en cuenta a los demás en sus acciones, iniciando o rompiendo conversaciones de manera arbitraria, interrumpiendo las intervenciones en clase sin motivo, apropiándose de objetos ajenos o haciendo burlas estridentes que estaban lejos de ser graciosas. Este comportamiento tan singular ha dado lugar a la interesante teoría de los Niños Índigo, que es el tema y título de este libro.