Las palabras altisonantes, las “malas palabras”, nunca podrán ser sustituidas; todos las decimos, las quisiéramos decir o las pensamos, y es que forman parte del lenguaje cotidiano, además de tener, como el teatro, una función relajante, catártica. En esta nueva antología de teatro pelado, las podemos leer y disfrutar en todas las obras compiladas. Sus autores asumieron el riesgo de soltar palabrotas bien dichas y en el momento oportuno, para nuestro deleite. Recordemos que:“Vale más una colorada, que veinte descoloridas.”
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SERGIO PEREGRINA


