La  expedición de frailes predicadores de España a Ciudad Real se encuentra bien documentada, dado que, el grupo que partió del Convento Dominicano de San Esteban en Salamanca, España, antes de ponerse en camino, nombró a fray Tomás de la Torre cronista del viaje. Eran cuarenta y seis frailes los que se embarcaron, al frente de ellos venía fray Tomás Casillas, Vicario General y el obispo fray Bartolomé de Las Casas, dichoso y "con gran consolación y gloria", escribe el cronista, "por ver que había enviado y llevaba consigoel remedio de las Indias en muchas leyes y provisiones del rey que había alcanzado, y desbaratado el Consejo de las Indias y echado de él a los indignos y alcanzando que entrasenlos que lo merecían, y que llevaba poderes y provisiones para hacer la libertad a todos los esclavos...; y sobre todo, que había sacado una compañia tan grande de religiosos cual nunca de nuestra Orden habá salido para Indias".