En los cuentos del Viejo Antonio uno recuerda aquello de: Narrar para pensar, pensar para contar, contar para vivir, vivir para hacer. Y se piensa, se hace, se cuenta. El viejo Antonio evoca también el qué se hizo de fulano o el Te acuerdas o el no podemos olvidar y el acuérdense de. Y cuando parece que ya todo se acabó, uno se pregunta: Y por qué colorín colorado, si todo apenas empieza. Que no me digan que son puros cuentos.
EL VIEJO ANTONIO
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS


